miércoles, 27 de diciembre de 2017

Reseña El otoño del patriarca - Gabriel García Márquez

Ficha técnica

Título
El otoño del patriarca
Autor
Gabriel García Márquez
Editorial
Oveja Negra
Primera edición
1975
Impresión
Colombia
ISBN
958 – 06 – 0022 - 08

Argumento

El otoño del patriara, quinta novela de Gabriel García Márquez y que vio la luz en 1975, es la novela
más densa del autor.

Ubicada en un país costero, del cual nunca se sabe el nombre, el texto nos lleva a una nación que está en sus últimos momentos, si bien no de existencia, de un régimen que lleva años y años. El cadáver del viejo dictador es hallado en su corrompida y destrozada mansión, entre animales y restos, pero del cual no se fían pues anteriormente ya había muerto y vuelto a la vida.

Este gobernante que se encuentra envuelto entre leyendas y ficción, entre la ignorancia del pueblo y la eliminación de aquellos que se le oponen, se nos revela al lector poco a poco como el hombre que realmente es y toda la estructura que se desenvuelve alrededor de aquél que ostenta el poder.

Personajes:

Patriarca: el protagonista principal de esta novela, es un hombre solitario que ejerce de forma indiscriminada su mandato. Tan viejo que ni él mismo recuerda su edad, se dedica a vivir el día a día sin un amor real más allá que hacia su madre Bendición Alvarado y a la mujer que le entregó todo su corazón, Manuela Sánchez.

Bendición Alvarado: la madre del patriarca, es una mujer humilde y trabajadora. Pobre, al menos durante la niñez y juventud de su hijo, vive sin saber que es la mujer más rica del mundo. Nunca sabe de los negocios sucios de su hijo y por ello lo cree un hombre inigualable y recto.

Patricio Aragonés: un hombre que tiene la apariencia exacta del patriarca. A favor de obtener recursos se hace pasar por este, pero su personalidad y sus acciones difieren mucho del patriarca. Es el primero, y prácticamente el único, que le dice en la cara al patriarca acerca de su actitud ruin como de su soledad y de las personas que solo se acercan a él por su poder.

Rodrigo Aguilar: ministro de defensa, además de comandante de la guardia presidencial, además de perder la mano al salvar al patriarca en uno de los tantos atentados que sufrió, fue el hombre de mayor confianza del patriarca.

Saturno Santos: envuelto en la mitología y las tradiciones y secretos indios, era un general que estaba al servicio del patriarca, siempre cargando un machete y con el rol de guardaespaldas. Nunca iba detrás del patriarca por petición de este.

Manuela Sánchez: es la mujer que más amo el patriarca. Se enamora cuando ella era joven  y él ya es un hombre mayor. La llenó de todos los regalos habidos y por haber tratando de conquistarla, por no decir, de comprar su amor. Es una mujer desconfiada y desaparece el día de un eclipse que él dice lo mando para ella. Aparecerá muchos años después en la vida del patriarca.

Leticia Nazareno: a pesar de que el patriarca tenía una generosa cantidad de hijos, pues ejercía su mandato haciendo lo que le venía en gana con otras mujeres, Leticia Nazareno fue no solo su amante, sino también quien en un momento le dio el hijo que él pensaba iba a ser su heredero. Por un complot de terceros, ella y su hijo, tienen un terrible final.


Apreciación personal y crítica

El otoño del patriarca es una novela que tiene muchas particularidades respecto a sus anteriores novelas. Lo más relevante, a nivel de escritura, es que la novela consiste en largos párrafos que constituyen cada capítulo. A esto se suma el hecho de que las voces cambian conforme la historia avanza.

Solo separados por comas y escasos puntos, la escritura en un principio se hace pesada, sea porque no se está acostumbrado a leer de largo y esto canse la lectura, sea porque para las dinámica de las voces hay que tener una lectura atenta, poco a poco, querido lector, espero, como yo, te acostumbres rápidamente a este estilo de escritura.

Al comienzo me sentí con algo muy pesado y engorroso, pero poco a poco, y esto lo atribuyo a la buena limpieza a nivel de escritura del autor, la lectura se hace fluida y sin contratiempos. Bueno, nada más allá de que se debe contar con tiempo y estar en un lugar lo más tranquilo posible para que puedas leer con gusto. Se sentía como en un videojuego de alto nivel, donde cada punto seguido o final de capítulo era algo así como un Savepoint. Ay de ti, si leyendo este texto, tienes muchas interrupciones, porque seguramente tendrás que releer desde líneas o páginas atrás.


Respecto a la historia tenemos, entonces, una continuación de ideas centrales respecto a los libros anteriores. Sin embargo, y algo por lo que me sorprendió increíblemente, fue la forma en que se desarrolla toda la mitología alrededor del patriarca. Desde las constantes partidas de dominó que solo ganaba él, al igual que las apuestas; seguido de su doble muerte verificada como de su, al parecer, longeva y casi segura eterna existencia; la desmitificación y la estructura mafiosa que se cierne es increíble, además de lógica.

Si bien las reseñas que puedes leer en otros portales hace énfasis en el poder y la soledad del patriarca, y sin negar estos son los puntos fundamentales de la presente obra que expongo, quisiera poner de relevancia otro punto de vista que me parece se puede leer en este texto: el concepto antropológico que se puede sentir a lo largo del libro. Pareciera que, si bien García Márquez retrata esas dictaduras que sufre la América Latina, el concepto pesimista del hombre subyace en la mayoría de personajes y, sobre todo, el pellejo es mejor primero salvarlo que arriesgarlo.

Desde el mismo patriarca hasta todo aquél que le rodea, discurre una propiedad cualitativa de tipo negativa, desde engaños a mentiras;  estrategias y jugarretas; amenazas, torturas y muertes, son lo que constituyen la mayoría de los personajes. Si bien esta perspectiva negativa no es totalizadora, pues encontramos personas honestas como Bendición Alvarado o en gran medida Patricio Aragonéz, siempre, y siendo una cruel realidad, están bajo el ejercicio de poder del patriarca.

Estas última reflexión no la he puesto en la video reseña, pues no solo siento que me desenvuelvo mejor a nivel escrito que de diálogo o expositivo, pero me parece, a partir de mi lectura, que representa en gran medida la realidad en el libro y en la vida real. Por esto, y por la infinidad de conclusiones que se pueden dar en cada una de las oportunidades que se relea este texto (pues estoy seguro que lo volveré a explorar en algún momento), es un texto altamente recomendable. Su estilo, si bien no de desprende del todo de cien años de soledad, sí trae consigo una nueva perspectiva de las consideraciones del autor respecto a la configuración de la realidad social.


Su servidor R31K3




domingo, 17 de diciembre de 2017

Reseña La rebelión de la granja - George Orwell


Ficha técnica

Título
La rebelión de la granja
Autor
George Orwell
Editorial
Ediciones destino
Primera edición
1973
Impresión
España
Depósito legal
B – 26363 - 1978

Argumento

Unos animales de granja, llevados por las ideas de libertad de un viejo cerdo ya muerto, deciden tomar cartas en el asunto y se revolucionan contra los dueños de la granja.

Liderados por los cerdos, pues se considera que estos son los animales más inteligentes y por tanto quienes pueden dirigirlos correctamente, expulsan a los humanos y se volverán amos y señores de esas tierras. Su dominio se reflejará en el cambio del nombre de la granja, de granja Manor a granja Animal.


Personajes:

Señor Jones: el dueño de la granja, es un hombre descuidado y falto de carácter en cuanto a la forma en que debe no solo tratar a los animales, sino también a sus relaciones interpersonales.

Mayor: un viejo cerdo que algún tiempo antes de su muerte, deja las enseñanzas y la ideología de los animales libres del jugo humano. Es aquella semilla de ideales que guiarán a la revolución animal.

Napoleón: el cerdo que toma la mayor parte de la administración de la granja. Es un animal que poco a poco y a lo largo de toda la novela, mostrará sus verdaderos intereses sobre los demás animales y los granjeros vecinos.

Squealer: es el cerdo mano derecha de Napoleón. Sirve como intermediario además de hacer valer las decisiones de Napoleón ante los animales.

Snowball: amigo de Napoleón y uno de los líderes de la revolución. Se caracteriza por su personalidad amable y siempre positiva. Siempre tiene la cabeza en proyectos para mejorar la calidad de vida de los animales.

Moses: un cuervo amaestrado que se muestra renuente a las actividades de los animales. Siempre habla sobre un país: el Monte de azúcar. Un paraíso celestial más allá de las nubes.

Boxer: el caballo más fuerte de la granja. Es un animal dedicado cien por ciento a su trabajo, tanto que su lema es “trabajaré más fuerte”.

Mollie: una yegua que se muestra poco interesada y diligente por la revolución en la granja animal.

Benjamin: un burro que tiene una actitud pasiva igual antes como después de la revolución. Siempre tiene una perspectiva escéptica acerca de las bondades de la revolución.

La gata: es uno de los personajes más renuentes. Aparece y desaparece según la conveniencia del momento.

Ovejas y gallinas: son los animales que menos tiene una participación activa en la granja. Su actividad se reduce a obedecer ciegamente las decisiones de Napoleón.

Los perros: hijos de las dos hembras caninas, Jessie y Bluebell, fueron utilizados por Napoleón como sus protectores.


Apreciación personal y crítica

En la edición que tuve la oportunidad de leer, amigo lector, se encontraba también una introducción dada por el mismo autor. En dicha introducción se reflejaba los inconvenientes que tuvo para que esta obra viera la luz. Es así que la diatriba va en contra de los periodistas y su autocensura. Es allí, en esa crítica, en donde podemos apreciar la esencia misma del presente texto, la intención real de una sátira disfrazada de un sencillo cuento.

Los editores aconsejaban no sacar el libro ya que en ese momento los ingleses tenía por aliado a los rusos, y una crítica tan fuerte en donde Stalin era retratado con el mismo Napoleón y sus decisiones dictatoriales, podía acarrear problemas.

La rebelión de la granja revela la perspectiva que tenía Orwell respecto a la traición y dictadura que se ejercía por Josef Stalin. La estrategia baja de revolucionarse en vistas de una mejor vida, pero que poco a poco se transforma es una existencia miserable y de esclavitud. También plasma las estrategias que llevan a que la mayoría de la población se vuelva conforme y se tolere los insufribles castigos; por no nombrar a aquellos que siguen ciegamente cualquier decisión de los líderes así los perjudique de alguna manera.

Realmente encontré, como lector, un texto corto pero que me llenaba de emociones diversas; desde amor y odio por algunos personajes, como angustia por el futuro de los animales que colocaban sus esperanzas y se daban apoyo unos a otros para lograr algún mínimo de bienestar.

Por este tipo de textos es que los lectores, sean nuevos o viejas vacas sagradas de los libros, tienen que reconocer que no importa en absoluto la extensión de la obra, sino el contenido de esta. Claro, está la dificultad en la presente acerca de la correcta interpretación de los personajes, pero, a la larga, el contenido se mantiene intacto. Así pues, entendemos los planes que siempre rondaron en la cabeza de Napoleón, la injusticia que se cierne sobre los animales y, claro está, qué es lo que realmente se traían entre manos la mayoría de los cerdos.

La obra se hizo para atacar un régimen establecido, pero es posible aplicar la perspectiva que nos muestra a otras sociedades. No es de entrada un retrato del comunismo, sería más claro ver como algunos rasgos de los líderes injustos se reproducen en las disposiciones que toman respecto a sus pueblos.

Recomiendo totalmente la obra si no has leído nada de Orwell y quieres aproximarte al autor, como si apenas te acercas a este tipo de textos de corte político. Incluso se puede afirmar que, como texto, es un buen inicio para cualquier persona al universo de la literatura.


Su servidor R31K3


miércoles, 13 de diciembre de 2017

Reseña Cien años de Soledad - Gabriel García Márquez


Ficha técnica

Título
Cien años de soledad
Autor
Gabriel García Márquez
Editorial
Norma
Primera edición
1967
Impresión
Colombia
ISBN
978 - 958 - 04 - 7032 - 8

Argumento


Cien años de soledad, cuarto libro oficial de García Márquez y aquél texto que le mereció el premio Nobel de literatura (y único al día de hoy en Colombia), es la obra cumbre de este autor.

Nos encontramos con la historia generacional (más de cinco) de la familia Buendía. Una familia, que junto a otros pobladores, migran de un lugar desconocido hasta asentarse en un territorio nuevo. Al lugar, en principio una pequeña aldea, la nombran Macondo.

A lo largo de la historia se podrá ver como una pareja, parte de los fundadores, José Arcadio Buendía y su esposa Úrsula Iguarán, junto a sus hijos, José Arcadio, Aureliano y Amaranta, van desenvolviéndose en una serie de acontecimientos que los lleva a no solo a su desarrollo personal y el de sus descendientes, sino como el mismo pueblo, en un sentido de orgánico en relación con el mundo, se ven inmersos en diferentes problemáticas que van desde los visitantes externos, como los gitanos, las interacciones con el país y sus enfrentamientos políticos, como con las relaciones incestuosas que suceden generación en generación.


Personajes

En este punto, querido lector, no voy a hacer una lista o una descripción general de los personajes de esta novela, y hay dos razones para ello: la primera, es el hecho de que posiblemente no haga un aporte significativo respecto a otras amplias exposiciones que podrás encontrar en no solo portales web sino en trabajos especializados; lo segundo, es un trabajo supremamente engorroso y de tal magnitud, pues la cantidad de personajes que intervienen en tan gran obra es excesivo, que se hace innecesario para estas cortas reseñas. El ejercicio quedaría real y plenamente justificado de la mano de un especialista, estudioso y no un aficionado (así me considero) de la literatura y en estos momentos de Márquez.


Apreciación personal y crítica

En esta parte, a diferencia del corto y tal vez carente argumento que escribí al principio de esta reseña, quisiera extenderme en la apreciación de esta obra.

Dar más adulaciones de las existentes por parte de muchos (miles seguramente) de personas alrededor del mundo que han tenido la oportunidad de leer Cien años de soledad, no solamente no me parece innecesario, sino que siempre (al menos por mi parte) lo entenderé como un derecho que se ha ganado esta magna obra.

Y es que cien años de soledad tiene los elementos necesarios para ser una gran novela, pero mejor voy por partes.

En primer lugar, los personajes alcanzan a tener un desarrollo claro. Esto se ve desde el mismo momento en que el coronel Aureliano Buendía, frente al pelotón de fusilamiento, comienza a rememorar la experiencia del hielo y empieza la historia del mismo Macondo.

Así, desde José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, pasando por Melquíades o Pietro Crespi, también Mauricio Babilonia o Nigormanta, o la generación de los diecisiete (17) aurelianos, hijos de coronel Aureliano Buendía; o como olvidar esas últimas generaciones de Renata Remedios o Aureliano Babilonia, todos son personajes entrañables y que destacan por sus particulares historias; desde su mismo nacimiento, pasando por sus adolescencias, adultez, vejez y muertes.

Los personajes, a mi parecer, es lo primero que hay que destacar, puesto que a pesar de que abundan, y muy a diferencia de la que considero su fallida novela la mala hora, acá tenemos un delineamiento claro de cada uno, desde sus personalidades hasta costumbres. Y es tal el desenvolvimiento de estos personajes, que el lector considerará imposible pensar acciones fuera de la construcción que ha hecho Márquez. Como ejemplo podemos tomar a Melquiades, el gitano, del cual nos parecería imposible que mintiera acerca de sus propias creencias. No es posible asimilar la duda acerca de sus saberes y pensar concretamente que en verdad fuera un charlatán y careciera de un saber ancestral. Otro sería pensar a Amaranta Úrsula fuera de su vitalidad continúa (hasta el último momento de su vida) dando lo mejor de sí  y totalmente entregada, tanto en cuerpo como en alma, (quién leyera el texto entenderá) a cualquier proyecto.

En segundo lugar tenemos la descripción territorial. La facilidad con que se entienden las zonas en que se desarrollan los eventos, desde  la casa de los Buendía, el mismo Macondo, como zonas aledañas, permite tener ese ambiente no solo descriptivo sino invocador.

Solamente, y para dejar tentado un poco al lector, hay que tener en cuenta las habitaciones y el uso que se le dan. Los objetos que son significativos para algunos personajes y cómo intervienen estos en algún momento de la historia. Es decir, al menos yo, encuentro una clara congruencia entre personajes, acciones y el ambiente en el que se encuentran.



En tercer lugar llegan los conflictos. Si bien mucho puede decirse a nivel narrativo de la maldición del hijo que posiblemente nazca con un apéndice de animal (un tipo de spoiler que se da en casi toda página web) a causa del incesto, la mítica de la narrativa se une a la realidad de los personajes dándole un acento y profundidad que se mezcla armoniosamente y hace que el realismo mágico de Márquez, al menos en esta obra, no deje espacios a la duda cómo los problemas afectan a sus personajes.

Por ello el lector se verá atrapado por los muertos y desaparecidos de la empresa bananera o por los muchos que cayeron bajo los ideales de conservadores o liberales. También sentirá la presión de la fatalidad que puede conllevar el incesto, pero la increíble necesidad de estar con el ser amado así sea prohibido a causa de la mítica generacional.

En cuarto y último lugar, y para no extenderme tanto, tiene que ver con lo orgánico que se siente el texto mismo. Como lo hablo en mi video-reseña, el texto a pesar de que comprende veinte capítulos (20), puede ser dividido, y se hace normalmente, en cuatro partes.

La primera y la última son un par de narraciones claras acerca del origen y final de todo un ciclo de existencia. Parece una referencia a la narrativa tradicional de diferentes culturas de la humanidad, en donde hay un origen del mundo y un final. En estas dos partes se hace más clara el estilo narrativo que desarrolla Márquez: el realismo mágico.

En la segunda y tercera se hace referencia a la historia colombiana. Desde la pelea entre liberales y conservadores, que a nivel histórico colombiano se le dio el nombre de La violencia y de la cual aun Colombia no se ha liberado completamente, hasta la Masacre de las bananeras, nos permite tener una perspectiva de un par de acontecimientos históricos que, no dudo en afirmar, marcaron el carácter de todo un país, y de las cuales aun se viven sus secuelas; desde la indiferencia de los asesinatos hasta el fanatismo ideológico.

Estas cuatro partes en su conjunto, divididas en 20 capítulos, no se sienten como transiciones torpes o forzadas, tampoco como saltos temporales incomprensibles. A mi parecer denotan un desarrollo fluido de acontecimientos, sin tropiezos o caídas.

Es así lector mío, si has llegado hasta este punto, debo afirmar que cien años de soledad es una de las novelas imperdibles a nivel literario e histórico. No solo porque desentrañe partes de las heridas de todo un país (heridas que no han de olvidarse cómo se produjeron) o retrate los ideales de una sociedad y que puede extrapolarse a muchas otras; sino porque es una obra que representa el desarrollo histórico de un estilo narrativo, porque hace parte de ese llamado ¡BUM! De la literatura y también aportó a colocar a Latinoamérica en el ámbito de lo mundial, porque a través de ella se ha creído en la existencia de un Macondo, de unos peces dorados, de un general Aureliano Buendía, etc. Porque sin duda alguna, es una obra que puedes disfrutar de principio a fin.

Su servidor R31K3


domingo, 10 de diciembre de 2017

Reseña La mala hora - Gabriel García Márquez

Ficha técnica

Título
La mala hora
Autor
Gabriel García Márquez
Editorial
Norma
Primera Edición
1975
Impresión
Santafé de Bogotá
ISBN
958 – 04 – 3181 - 7

Argumento

La mala hora, tercera novela del Nobel de literatura colombiano, nos transporta a un pueblo del cual
nunca sabemos el nombre y que vive en paz. Sin embargo, esta paz no es la ideal de cualquier historia utópica, ni mucho menos una paz mínimamente tranquila; es amarga y en constante tensión.

Después de una guerra interna de partidos, donde no solamente se luchó a nivel político, este pueblo es gobernado por un militar hecho alcalde. Así, y ejerciendo su poder, el alcalde tiene el constante ideal de transformar este lugar en un “pueblo decente”. De transformarlo en un lugar ejemplar.

El problema principal del pueblo, lo que impide, según el alcalde, que sea un lugar decente, son los subversivos con sus mensajes y que se traduce materialmente es los pasquines. Es así, que los papelitos que aparecen en las diferentes casas de los aludidos exacerban los motivos y acrecientan los problemas de los pobladores. Nos encontramos entonces en un pueblo que no solo se ve afectado por una guerra silenciosa, en donde la fragilidad de la paz es lo que más se teme romper, sino también en donde las posiciones políticas de diferentes personas conllevan a revivir viejos rencores y despertar constantes riesgos.

Apreciación personal y crítica

Si has leído, o al menos ojeado, alguna de mis anteriores reseñas escritas, te darás cuenta que en esta ocasión he omitido la parte en que hago una descripción somera de los personajes. En esta ocasión esto corresponde al hecho de que esta novela goza de una cantidad excesiva de personajes y con poca o nada profundidad y esta es la debilidad principal que he encontrado en el este texto.

El argumento principal que se traduce en los pasquines, se ve oscurecido por la cantidad de personajes que tiene poca o nada de relevancia en la historia. Este hecho hace que poco a poco se te genere un mal sabor de boca a causa de un insatisfactorio desarrollo.

Teniendo en cuenta los pasquines, esas diatribas que aparecen en el lugar y momento menos esperando, se traducen en que el tema principal de La mala hora es La política. Al igual que ocurre en El coronel no tiene quien le escriba, el país está en un estado de sitio y el pueblo de la historia se ve afectado directamente por esto. Así, los afamados papelitos son vistos como una amenaza constante a aquellos que detentan el poder en ese momento, optando en el pequeño pueblo por el hecho de que la política misma es un tema prohibido que solo causará problemas, pero al que se recurre constantemente de forma inevitable. Esto último es entendible, pues el pueblo se ve sometido a las normas y decisiones del Estado en que se encuentra.

Esta novela, a mi parecer, es más un ensayo de los elementos que conformarán la siguiente gran obra de García Márquez, cien años de soledad, que una novela acabada. Hay diferentes elementos que aparecen ya en su coronel: el circo que llega al pueblo, el cura de la iglesia que aboga una moral cristiana, los mensajes de la oposición que debe darse en la clandestinidad, la corrupción de los que ejercen el poder… En Fin. Hay, en esta obra, un afán por retomar todo esto y profundizarlo, pero con el terrible resultado de que queda totalmente inconclusa.

Es claro que no toda novela debe tener un final feliz o triste; mucho menos uno cerrado o abierto, pues en cuanto a escritura, parece ser que no hay fórmulas secretas o mágicas sobre el desarrollo excepcional de una novela. Pero si deja una cierta desazón este texto en comparación a sus anteriores obras.

Si he de ser sincero, solo la recomiendo a la persona que desea saber más sobre el autor y el desarrollo de su narrativa. Es decir, más por un saber especializado o incluso exploratorio, que por el deseo de acercarse por primera vez al escritor a través de obras menores. Es por ello, que con sinceridad, esta obra es de corte regular y le faltó demasiado para ser un buen libro. Esto no es algo malo en sí mismo, pues todo autor tiene sus altos y sus bajos a lo largo de su vida.


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lunes, 4 de diciembre de 2017

Reseña El coronel no tiene quien le escriba – Gabriel García Márquez


Ficha técnica

Título
El coronel no tiene quien le escriba
Autor
Gabriel García Márquez
Editorial
Ediciones Orbis S.A.
Primera edición
1982
Impresión
Colombia
ISBN
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Argumento

En un paraje rural, desconocido y con un contracto limitado con la urbe, encontramos a un viejo coronel que, junto a su esposa, esperan constantemente una carta, una luz de esperanza.


Vencidos por el tiempo y abandonados por el Estado, el coronel y su esposa viven apenas con la compañía de un gallo. Tristes, con la melancolía y la desesperanza como bocados del día a día, raspando el fondo de un tarro metálico los residuos de café que permitan sentir un mínimo de sabor en sus viejas bocas y como alivio a sus estómagos.

El coronel tendrá que lidiar con el pragmatismo de su esposa, así como con la esperanzas de su pueblo que han puesto en el gallo. Un tono de desesperación  y un toque de amargura respecto a la vida, pueden ejemplificar la vida abandonada de este viejo militar.


Personajes

El coronel: un viejo militar que vive en un pequeño rancho en un lugar alejado de la urbe junto a su esposa, vive semana a semana esperando el correo para recibir la pensión por su trabajo en la guerra. De personalidad pasiva y paciencia exagerada, el coronel no pierde las esperanzas de que el día a día traerá consigo el pan a la mesa.

La esposa del coronel: una mujer decidida y fuerte, cuya personalidad contrasta con la indiferencia hacia ciertos asuntos de su esposo. Es práctica y de armas tomar. Sus decisiones siempre están en busca de la estabilidad, al menos alimenticia, de ella y su esposo.


Apreciación personal y crítica

El coronel no tiene quien le escriba es una de las novelas más cortas que tiene García Márquez. No por esto último carente de profundidad o real contenido.

El problema que trata de capturar es uno de los más crueles que le pueden suceder, no solo a un militar hecho y derecho, sino a cualquier hombre o mujer que, por problemas nacionales de guerra, se ven sumidos en la necesidad de enrolarse en las fuerzas armadas.



Así pues, después de haber participado en la guerra de los Mil Días (guerra civil de Colombia disputada entre el 17 de octubre de 1899 y el 21 de noviembre de 1902), se ve abandonado por el mismo gobierno por el peleó y lleva quince (15) años esperando la pensión que le merece como veterano de guerra. Semana a semana espera el correo con la esperada carta, junto a un proceso judicial en la exigencia de la misma.

La novela nos lleva a un ambiente de desesperanza, por no decir de desesperación, en la cual se ve claramente la injusticia que se cierne desde y dentro del mismo estado.

Un sentimiento de consideración, pesar e incluso rabia, puede ser evocado por esta novela. Se pierde poco a poco ese anhelo de luz a final del túnel y que trae consigo un mínimo de alivio a los problemas económicos de este par de viejos. Igualmente se dan sentimientos encontrados a causa de la opción más rápida de calmar momentáneamente en la rápida venta de un gallo, o en la espera de una pelea (la cual se llevará a cabo de varios meses) y en la cual gran parte del mismo pueblo tiene grandes expectativas, pero sin tener claro de qué vivirán hasta entonces.

El coronel no tiene quien le escriba no es solo una más de las novela preámbulo a Cien años de soledad, pues el mismo Macondo aparece nombrado, como también en Coronel Aureliano Buendía, es también una perspectiva realista acerca de cómo es vista la sociedad desde una perspectiva menor. Es así que este pueblo no carece de aquellas relaciones tensas como de las jerarquías propias de la sociedad. Así, están aquellos sujetos con mayores recursos, económicos, los oportunistas, los pobres esperanzados (tal vez en vano), los que tienen recursos para ayudar y así lo hacen, etc. En encontramos entonces, y tal vez no sea la intención directa del autor, un ecosistema con los elementos básicos (y tal vez un poco más allá) del modelo de sociedad que usa a algunos de sus integrantes para ciertos fines y simplemente los retira, aleja o bota después a su propia suerte.

En general el libro es altamente recomendado, tanto si quieres acercarte al autor por primera voz, como si quieres entender a profundidad el estilo del mismo tomándolo como punto de referencia, apoyo o estudio. Si bien el afamado realismo mágico en esta obra queda más en rastros que en un desarrollo real, la narrativa clara y natural permite una lectura natural y sin obstáculos significativos. En verdad este es un texto que no deberías perderte dentro de la literatura latinoamericana y colombiana.

Su servidor R31K3